
Raíces de un legado: el origen de ConnectED
La pasión por la educación y el compromiso con las comunidades rurales de Nicaragua marcaron profundamente la vida de dos jóvenes, Raechel y Jackie. Su entrega dejó una huella imborrable en la región centroamericana, convirtiéndose en un legado que hoy continúa vivo. Inspiradas por su amor, por la enseñanza y el deseo de generar oportunidades para la niñez y juventud, su historia dio origen a una organización sin fines de lucro que sigue expandiendo su impacto en comunidades que más lo necesitan.
En primera instancia, el programa en Nicaragua permitió que las comunidades de forma autónoma identificarán sus necesidades y crearan proyectos para abordarlas. La visión de expandir el proyecto hacia otras comunidades hizo que el Programa de Fellows de ConnectED llegara a Guatemala a mediados de 2019.
Con los hallazgos y aprendizajes resultantes de la evaluación de impacto del programa en Nicaragua y considerando la necesidad de adaptar el modelo a las realidades y contextos de las comunidades rurales en Guatemala, el siguiente paso sería la creación de alianzas con organizaciones para nominar candidatos a la primera cohorte de Fellows. Es así como en enero de 2020 se logra tener la primera cohorte de Fellows, la cual tuvo a uno de los primeros lideres educativos en San Andrés Semetabaj, a pesar de lo que supuso la pandemia.

La memoria de San Andrés Semetabaj
El municipio de San Andrés Semetabaj (SAS), en el departamento de Sololá, es uno de los pueblos más antiguos de la cuenca del Lago Atitlán. En él, convergen diversas dinámicas culturales que también son parte de su pasado precolombino. Su historia se entrelaza con la evidencia arqueológica; prácticamente las calles del municipio bordean el epicentro del sitio arqueológico por los costados, inclusive el cementerio del pueblo se encuentra dentro de la plaza principal. Es un sitio en donde la gentrificación y el turismo del Lago no ha llegado del todo y por ello las dinámicas culturales y las tradiciones aún persisten en las comunidades. Al ser una región semiurbana, el involucramiento de la comunidad en proyectos como el jardín etnobotánico y la celebración de la Semana Santa con el Shutio forman parte vital del legado cultural de SAS.
En San Andrés Semetabaj se encuentra el Proyecto Regional Arqueológico Semetabaj, el asentamiento más antiguo del Lago de Atitlán. Este proyecto se implementa desde 2012 gracias a la Universidad del Valle de Guatemala y a la Universidad de Stanford después de años de investigaciones en el área. Este sitio es relevante, no solo por su antigüedad, sino también por sus características arquitectónicas, como terrazas, estructuras residenciales y evidencia de planificación urbana temprana, que permiten entender mejor los procesos de ocupación en las tierras altas de Guatemala.
Además, es un ejemplo significativo de la implementación de lo que es la arqueología comunitaria, en donde se promueve el vínculo entre la comunidad y el equipo de arqueología. Actualmente, las construcciones, como casas y calles del municipio, se encuentran alrededor del sitio y algunas de ellas se ubican en donde antiguamente se encontró parte de las construcciones mayas. El proyecto ha aportado a la comunidad de Semetabaj, no solo en términos de rescate y valoración del patrimonio cultural, sino también a través de actividades educativas, empleo temporal local, talleres participativos y el fortalecimiento del sentido de identidad y pertenencia histórica entre los habitantes del municipio.
Desde la época colonial a la actualidad
Durante el periodo colonial, la población mayoritaria era maya kaqchikel. Algunos de los frailes de 1689 relatan que este pueblo era dependiente del convento de Panajachel y su población era de 297 indígenas y 18 ladinos (Alvarado Galindo, et al., 2014). Al ser un poblado que actuaba como puente, su bienestar económico dependía del manejo de animales para el transporte hacia la Antigua, la Costa Sur y el Altiplano occidental. Parte de su tradición siempre ha girado en torno al sincretismo religioso que se generó luego de la colonización. El pueblo no se adentró en las políticas asimilacionistas, por lo cual sus tradiciones siguen más vivas que nunca. San Andrés Semetabaj no solo ha logrado mantener vivas sus cofradías sino también sus sistemas de conocimiento médico que no vienen desde la biomedicina. (Alvarado Galindo, et al., 2014).
Por ejemplo, el Shutío es una figura emblemática de la Semana Santa en San Andrés Semetabaj, Sololá, y forma parte integral de sus tradiciones culturales. Se trata de un personaje enmascarado que lleva un trapo en la cabeza, una máscara de madera tallada, y un saco desgastado, roto por los constantes azotes que recibe durante la celebración. Su presencia está impregnada del aroma de alcohol y tabaco, símbolos que evocan su carácter travieso, irreverente y popular. Según el relato del cofrade local, la tradición de los chicotazos con el Shutío tiene más de 125 años de antigüedad. La costumbre dicta que, quienes logren "pelear" o recibir azotes de este personaje durante siete años consecutivos, verán cumplido un deseo, aunque muchas personas participan simplemente por preservar la tradición (Say, 2023). Durante las celebraciones, los pobladores le ofrecen regalos, oraciones o peticiones, tratando al Shutío casi como una figura sagrada o mediadora espiritual. Esta práctica, cargada de simbolismo y arraigo, refleja la riqueza sincrética de las expresiones culturales de Semetabaj, en donde lo festivo, lo ritual y lo comunitario se entrelazan.
La guerra civil y su impacto
Su componente étnico los hizo mucho más vulnerables ante el Conflicto Interno Armado: logró afectar su economía, su infraestructura e incluso generó migraciones. La realidad es que los actores vulneraron y desaparecieron a parte de la población durante los cruentos años de guerra. Se quemaron todos los registros de la municipalidad, y los datos que hubieran servido para la recuperación de la memoria histórica, quedaron inconclusos y no se puede contabilizar un total de víctimas.
Lo que si podemos recuperar es que la influencia de la guerra ha creado otro tipo de desigualdades estructurales, especialmente en los grupos más jóvenes, quienes se han visto obligados por las condiciones socioeconómicas a incorporarse al mercado laboral desde los 14 años. Ante un estado que ha olvidado, los índices de pobreza estructural extrema crecen cada vez más, como lo muestra la Figura 1; en la actualidad alrededor de un 89% de la población se encuentra bajo este índice.
Figura 1. Fuente: Elaboración propia (2025)
Figura 1. Fuente: Elaboración propia (2025)
En San Andrés Semetabaj (SAS), la distribución de establecimientos educativos por nivel y modalidad, según los datos de 2024 (Figura 2) y la tendencia de 2015-2024 (Figura 3), refleja tanto fortalezas como desafíos. La primaria cuenta con 18 escuelas bilingües frente a solo 2 monolingües, lo que favorece una educación culturalmente relevante para los estudiantes hablantes de algún idioma maya. En preprimaria, hay 14 establecimientos bilingües y 8 monolingües, lo que sigue proporcionando una base sólida de educación bilingüe.
Sin embargo, en el nivel básico, solo 2 de los 9 establecimientos son bilingües. Y, en el ciclo diversificado, 1 de 3, lo que limita las opciones de educación en idiomas mayas en niveles superiores. Los establecimientos de básico y de diversificado, centralizados en el pueblo principal o aldeas más grandes, podrían requerir transporte para estudiantes de caseríos remotos, un aspecto crítico para mejorar el acceso.
Figura 2. Fuente: Elaboración propia (2025)
Figura 2. Fuente: Elaboración propia (2025)
Figura 3. Fuente: Elaboración propia (2025)
Figura 3. Fuente: Elaboración propia (2025)
¿Cómo nos conectamos?
La búsqueda por atender a las necesidades de las zonas rurales guatemaltecas se convirtió, en 2019, en el objetivo principal para conectar con lideres comunitarios e ir seleccionándolos a través de la ayuda de las organizaciones aliadas. A pesar del intento por integrar a la primera cohorte de Fellows a líderes educativos que no trabajaran directamente en escuelas, se observó que si era necesario para facilitar la relación con la comunidad educativa en la que se trabajaba.
El enfoque de ConnectED no es necesariamente geográfico. Los candidatos a Fellow son nominados por organizaciones o instituciones que los conocen en el contexto comunitario. Por lo tanto, a medida que se establecen más alianzas con otras organizaciones, el programa se va expandiendo cada vez más a otros departamentos. Esta red de conexiones ha generado que las mismas cohortes de Fellows anteriores nominen a otros Fellows.
Figura 4. Fuente: Elaboración propia (2025)
Figura 4. Fuente: Elaboración propia (2025)
El viaje del Fellow: apoyando a líderes comunitarios
Las convocatorias de ConnectED se abren cada septiembre, pero el proceso de selección es riguroso; no solo se evalúan los requisitos, sino también el compromiso y el potencial de los candidatos. Los candidatos a Fellows deben demostrar su pasión y compromiso con la educación y el programa desde la entrevista. Aunque algunos no son seleccionados por razones de cupo, si demuestran interés y capacidades, se les asegura un espacio en futuras cohortes.
El Modelo de Fellows de ConnectED busca formar líderes educativos más allá del financiamiento. El modelo consiste en siete fases, que podrán ver en el siguiente enlace: NUESTRO ENFOQUE - ConnectED. Una vez capacitados en la aplicación de la herramienta de Diagnóstico Comunitario, los Fellows realizan grupos focales con los actores comunitarios relevantes como docentes, padres de familia, estudiantes y autoridades, quienes identifican necesidades educativas y proponen una solución concreta o proyecto. Los Fellows se comprometen a garantizar un aporte de al menos el 30% del costo total del proyecto; aunque hay comunidades que, al verse tan inmersas en el proyecto, aportan hasta 50% o 70%. Los aportes comunitarios contemplan la donación de tiempo voluntario, mano de obra, materiales, y servicios entre otros. A través del acompañamiento de mentores y una metodología flexible adaptada al contexto de las comunidades, los Fellows desarrollan un plan de acción sólido para un proyecto relevante. Muchos han llegado a impulsar proyectos a nivel municipal, demostrando que ConnectED es una plataforma para el crecimiento tanto de líderes como de sus comunidades.
El valor de los liderazgos comunitarios
El liderazgo promovido por ConnectED tiene un impacto profundo y duradero en las comunidades donde opera. Los Fellows no solo implementan proyectos educativos relevantes, sino que también se convierten en modelos a seguir y en catalizadores de cambio social. Su compromiso y dedicación inspiran a otros miembros de la comunidad a involucrarse en la educación y a trabajar juntos por un futuro mejor.
El liderazgo comunitario tiene un valor incalculable en la transformación educativa de las comunidades rurales de Centroamérica. ConnectED ha logrado que los Fellows tengan incidencia en alrededor de 17,000 estudiantes de las comunidades donde sirven.


Tejiendo redes: la fuerza de la colaboración
Los Fellows se apoyan entre cohortes y los más antiguos son quienes dan consejos a los más nuevos. Las conexiones que se forman entre Fellows son importantes para generar mejores proyectos educativos en la comunidad y, además, fortalecer las relaciones con actores comunitarios e institucionales, tales como COCODES y municipalidades. Muchos de ellos a sus cortas edades han logrado generar proyectos de alto impacto en las comunidades que, incluso los COCODES, les reconocen por sus labores.
El Modelo de ConnectED se basa en aprovechar y fortalecer las redes comunitarias preexistentes en contextos como San Andrés Semetabaj, una región con una fuerte identidad kaqchikel y desafíos socioeconómicos como la pobreza y el acceso limitado a recursos educativos.
Fellow 2025 ilustra cómo estas redes de confianza entre líderes locales sentaron las bases para los proyectos: "Fue otro director. Me dice, ‘seño Favio, fíjese que quiero proponerla. Porque se ha dado cuenta, pues, todo lo que hemos estado haciendo’”. Este reconocimiento entre pares permitió a ConnectED canalizar esfuerzos colectivos hacia objetivos compartidos. Como lo expresa la Fellow 2025:“La idea con que entré a ConnectED era de fortalecer más, de hacer realidad las necesidades. Que los estudiantes se superen”.
El modelo 70/30, que requiere un aporte comunitario mínimo del 30% del costo total del proyecto, fomenta la agencia local y motiva a diversos actores a participar. Se destaca la importancia de la comunicación para alinear objetivos: “En la comunicación, es ponernos de acuerdo, ¿verdad? Que el objetivo sea el mismo para no perder la línea y poder llevar a cabo el proyecto”. En algunos casos la Municipalidad aportó “casi el 60% del proyecto”, lo que demuestra cómo el capital inicial de ConnectED actúa como catalizador para movilizar recursos adicionales.
Otros Fellows refuerzan esta dinámica colaborativa. Fellow 2020-2021 describe cómo los líderes comparten conocimientos dentro de la red de ConnectED: “Entonces, sí estuvimos ahí compartiendo algunas experiencias, ¿verdad? [...] Como trabajar el proyecto y compartir algunos documentos. Algunos archivos que ella necesitaba para poder ampliar sus conocimientos en el tema de nutrición”. Esta colaboración fortalece las capacidades de los Fellows y crea una red de aprendizaje colectivo y colaborativo. Por su parte, Fellow 2022 destaca cómo fue conectada a ConnectED a través de redes de confianza: “Lo que sucedió fue que, en el 2021, yo tuve un proyecto de computadoras con una institución de Santiago Atitlán. [...] Y fue de ahí, un integrante de él, que me recomendó con ConnectED”. Esta experiencia refleja cómo las conexiones preexistentes son clave para identificar líderes comunitarios.
Fellow 2023 subraya el impacto del modelo 70/30 y la capacitación de ConnectED: “Creo que lo más importante es el aporte que ha tenido como estímulo para seguir con la gestión, digamos. [...] Yo aporto tanto, pero también ustedes pueden continuar con la gestión. Yo creo que el fin último de ConnectED no solo es decir ‘bueno, aquí están los mil dólares, ahí está mi aporte’. No. Lo que yo siento que ha hecho es que hay un aporte, pero también ‘te capacito para que continúe en ejecución’. Llámese plan estratégico, estructura de proyecto, marco lógico, diagnóstico”. Este enfoque no solo asegura la sostenibilidad, sino que empodera a las comunidades para liderar proyectos futuros. Fellow 2023 también resalta la contribución comunitaria de los padres de familia, estudiantes autoridades e incluso donadores y organizaciones externas: “Los padres de familia sí ayudan. [...] Colaboran en faenas, colaboran en cuanto a la mano de obra no calificada, ¿verdad? [...] Sea una taza de café y una tostada, pero siempre están ahí colaborando”.
Además, se destaca cómo el liderazgo previo de los participantes y nominados facilita la colaboración:
“Yo siento que el liderazgo que ya tenía con las mujeres ha sido un punto muy importante. Por lo mismo, la comunidad me está apoyando en mi proyecto de ConnectED”.
Fellow 2025 añade: “Los maestros en las escuelas, varios son líderes, entonces ellos motivan a la comunidad a poder recibir nuevos proyectos y que la comunidad también se comprometa a llevarlos a cabo”. Estas dinámicas reflejan cómo ConnectED aprovecha el tejido social, en donde el liderazgo comunitario y la reciprocidad son valores centrales, para tejer redes que transforman las escuelas en nodos de acción colectiva, involucrando a COCODES, municipalidades, padres y estudiantes en un esfuerzo conjunto por el desarrollo educativo.
La pandemia: resiliencia en tiempos de crisis
La pandemia de COVID-19 presentó desafíos significativos en San Andrés Semetabaj, donde la falta de acceso a tecnología y las restricciones de movilidad afectaron la continuidad educativa y los diagnósticos comunitarios. Se describen múltiples obstáculos por parte de los Fellows: “Cuando ya se nos dijo que no podíamos salir, sí se nos dificultó la situación de tareas. Los jóvenes no tenían celular, no podíamos trabajar en línea”. A pesar de estas limitaciones, los Fellows demostraron resiliencia al idear soluciones creativas como este ejemplo: “En tres comunidades pedimos de favor a los padres de familia que nos dieran permiso a estar una hora para dar instrucciones. Convocábamos a los jóvenes que estaban cerca”.
Estas “medias clases” en puntos comunitarios, junto con la entrega de tareas en carreteras, mantuvieron el aprendizaje activo, pero evidentemente quedaron brechas educativas importantes por el cierre de las escuelas y el distanciamiento social. La solidaridad de los docentes, quienes renunciaron a ingresos durante la crisis, fue clave:
“Lo que más nos afectó... ¿Cómo íbamos a pedir las cuotas a los padres de familia si no tenían ni trabajo?”.
Estas iniciativas, junto con las bolsas solidarias, fortalecieron la cohesión comunitaria.
Otros Fellows también enfrentaron desafíos similares. Fellow 2020 describe su adaptación y cómo: “Fue un reto. El poder trabajar en diferentes plataformas, hacer uso del correo. Entonces, para mí, fue una experiencia de aprendizaje, porque tuve que aprender a utilizar todas esas plataformas” Además, algunos Fellows tuvieron que priorizar recursos: “Luego, cuando inauguré mi proyecto, que no fue una inauguración grande… ¿Por qué yo no invité a nadie? Porque para mí era un gasto más invertir en una inauguración”.
Esta sensibilidad hacia las limitaciones económicas refleja una resiliencia pragmática. Fellow 2022 señala el impacto en los estudiantes: “Y en lo que son los estudios de los niños, en su educación, sí afectó bastante. Porque los niños no se sienten libres, se sienten ahorita con pena, con vergüenza para hablar en público. Y todo en lo que es ortografía, caligrafía, todo eso les afectó bastante” Sin embargo, la comunidad priorizó proyectos clave, como la cocina, para abordar necesidades de nutrición post-pandemia.

El Fellow 2023 destaca cómo la pandemia aceleró la adopción tecnológica: “Porque ahora, pues, ya en esos tiempos la educación ha avanzado ya. Más en el post-COVID, digamos, que aceleró muy pronto el tema de la tecnología y la parte digital. Y eso hizo que fortaleciéramos esa parte”. Sin embargo, reconoce limitaciones: “Y justamente esas herramientas, ese equipo de tecnología, entró en época de COVID. Y toda la capacitación fue prácticamente virtual. Y creo yo que fue muy poco lo que la gente asimiló. [...] Pensaría que sería magnífico hacer una propuesta de capacitación, en primera instancia, al Ministerio de Educación” Esta propuesta refleja una resiliencia proactiva, similar a las soluciones de otros Fellows, y subraya la necesidad de fortalecer la capacitación tecnológica en contextos rurales con acceso limitado.
El Fellow 2024 añade su perspectiva sensible al decir “Yo no sé cómo le voy a hacer, pero alguna solución la voy a romper y yo me comprometo con usted. [...] No es para mí, que es para la escuela. Con mucho gusto yo lo voy a hacer. Ahí sí que, con mucho amor, para la comunidad”. Este compromiso personal refleja el espíritu colectivo que permitió a las comunidades superar las adversidades de la pandemia, fortaleciendo los lazos entre docentes, padres y estudiantes, y consolidando a las escuelas como centros de resiliencia comunitaria.

Impacto duradero: transformando comunidades
El éxito de ConnectED radica en su enfoque estructurado y al mismo tiempo flexible, que combina diagnósticos comunitarios, monitoreo continuo y adaptaciones al contexto local.
“ConnectED funciona porque cumplen. Otra, porque también exigen a que uno también aporte. Y otro, porque también tiene monitoreo... Hay continuidad, hay evaluación”.
Este modelo asegura la finalización de proyectos y empodera a los Fellows para idear nuevas iniciativas, como la ampliación de aulas en ciertos centros educativos: “Si se presentara otra oportunidad, nos pasaríamos a lo de las aulas, ampliarlas un poco más”. Los proyectos han transformado la dinámica comunitaria: “Los jóvenes están emocionados... hemos tenido ventas, nos hemos unido más para poder lograr ese proyecto”.
Fellow 2023 señala el impacto transformador: “Bueno, cambios en los estudiantes. Yo lo resumiría en estos cambios. Uno, el tener un salón de clases un poco más llamativo, digamos. O sea, más motivador por el hecho de que se cuenta con las herramientas, ¿verdad? Y yo creo que también los aprendizajes. [...] Los aprendizajes pudieron tomarse más interesantes por el hecho de tener herramientas que les permitan estudiar e interactuar con nuevos materiales” Este entusiasmo estudiantil es comparable al descrito por los demás Fellows.
Fellow 2025 destaca el rol motivacional de ConnectED: “ConnectED fue la motivación o el pilar que nos empujó a soñar”. Fellow 2022 ilustra el proceso participativo: “Eso lo hicimos por medio de los grupos focales. Tuvimos reunión con padres de familia. [...] Y de ahí, tuvimos la priorización del proyecto, que lo que urgía más era eso”. La cocina resultante generó orgullo colectivo y les permitió a los niños interesarse por algunas profesiones en específico: “Yo tengo unas fotos donde trabajamos con los niños unas tostadas y todo. [...] Se hicieron sus gorritos de chef y sus gabachas”
Fellow 2025 resalta el gran papel de la reputación institucional: “Hubo una gran ventaja, porque la MUNI ya conocía ConnectED. [...] Entonces vino el alcalde y dijo, ‘¡Ah, fabuloso! Nosotros ya sabemos cómo trabajan ellos y estamos en la disponibilidad y los vamos a apoyar’”. Esta reputación facilita colaboraciones futuras y consolida el impacto duradero de ConnectED.
Fellow 2024 añade: “La comunidad, por cada situación, cada proyecto que se avecina hace su granito de arena. Hemos hecho rifas, actividades culturales. Todo va enfocado a lograr los objetivos”. Estas actividades reflejan cómo ConnectED fomenta un sentido de propiedad colectiva, transformando las escuelas en espacios de innovación cultural y educativa.
Hacia el futuro: expandiendo el legado
Los Fellows de ConnectED no se perciben como agentes individuales, sino como facilitadores de una visión comunitaria más amplia, que trasciende el ámbito educativo y convierte a las escuelas en nodos comunitarios “Nos hemos unido más, es la palabra. Todos juntos”. Los proyectos han generado entusiasmo y proyecciones de crecimiento: “Tenemos la visión. Ya promocionando que tenemos laboratorio de cómputo nuestro. Ya van a decir, “ah, bueno, ya tienen computadoras, entonces mi hijo ya puede estar ahí”. Este impacto se extiende a la colaboración con COCODES y municipalidades, fortaleciendo la cohesión social en un contexto donde la reciprocidad es un valor kaqchikel fundamental.
Fellow 2025 destaca cómo ConnectED abrió puertas: “El alcalde decidió tomarlo como un proyecto comunitario, y también me pidió que presentara otra propuesta específicamente en educación”. Esto refleja el potencial de los proyectos para inspirar iniciativas futuras. Fellow 2020 añade: “Fíjese que lo estoy coordinando con unos norteamericanos. [...] Esto me ha permitido abrir más espacios y tener más comunicación o buscar otros medios donde poder gestionar proyectos”. Esta expansión de redes internacionales amplifica el legado de ConnectED.
Fellow 2022 propone una visión más amplia de a donde podría expandirse la ayuda de Connected: “Fíjese que a mí me gustaría que ConnectED, como ellos sabrán, no sólo ayude en educación. Sino que también ayude a grupos que ayudan. [...] Aquí en San Andrés hay un grupo que ayuda a todos los jóvenes que están en las drogas, en el alcoholismo.” Esta idea de abordar temas sociales como las adicciones y el apoyo a madres solteras refleja un legado que trasciende lo educativo. Fellow 2022 también sugiere: “Y que las escuelas que ya tienen un proyecto con ConnectED, pues que se les dé una orientación, visitas, que sé yo. Para que ellos nunca se desvinculen de la institución”, enfatizando la sostenibilidad. Fellow 2024 refuerza el rol de las escuelas como centros comunitarios: “Aquí en la comunidad el único espacio disponible para leer un libro o buscar alguna alternativa es la escuela”. Este enfoque convierte a las escuelas en nodos de desarrollo integral, apoyando la visión de un impacto expansivo.
Se aportan también perspectivas culturales: “Con las capacitaciones de ConnectED, también se trata de fortalecer la parte cultural. [...] Que los chicos puedan sentirse orgullosos de ser parte de su comunidad, de su idioma, de su manera de ser”. Este énfasis en la identidad asegura que los proyectos sean culturalmente relevantes, fortaleciendo el legado de ConnectED como un catalizador de cambio sostenible en San Andrés Semetabaj y nuevas regiones.
Crédito de fotografía: ConnectED
Crédito de fotografía: ConnectED
Conclusiones
A partir del análisis del impacto de ConnectED en 11 comunidades rurales, según el caso estudiado, se identifican aprendizajes clave que evidencian cómo el liderazgo local y la participación comunitaria pueden generar transformaciones significativas en la educación y el tejido social. A continuación, se presentan las principales conclusiones derivadas de esta experiencia.
1. Transformación educativa desde el liderazgo local
El Modelo de Fellows de ConnectED fomenta la formación y el fortalecimiento de líderes educativos (Fellows) que, junto con sus comunidades, diseñan e implementan proyectos culturalmente relevantes adaptados a prioridades locales. Esta estrategia favorece el sentido de pertenencia, sostenibilidad y apropiación de las iniciativas educativas.
2. Mejoras percibidas en los procesos educativos
De acuerdo con testimonios de los Fellows, se han observado avances en la motivación y participación estudiantil, así como en la enseñanza y práctica de idiomas originarios como el kaqchikel. Estas experiencias reflejan un mayor compromiso comunitario con la educación intercultural y contextualizada.
3. Fortalecimiento del tejido social y comunitario
El trabajo colaborativo entre docentes, directores, familias y autoridades ha fortalecido la cohesión social y generado redes de apoyo que aseguran la continuidad y la proyección de los proyectos. La comunidad de Fellows facilita el intercambio de buenas prácticas e innovación conjunta.
4. Adaptabilidad y potencial de escalabilidad del modelo
La adaptabilidad del ConnectED ha permitido su expansión a nuevas áreas rurales, con una metodología que combina formación continua, mentoría, cofinanciamiento comunitario, integración tecnológica y alianzas interinstitucionales, fortaleciendo así la gestión local sostenible.
5. Referente para el desarrollo sostenible
El caso de estudio demuestra que el liderazgo y la participación local son clave para avanzar hacia una educación rural relevante, inclusiva y sostenible. El Modelo de Fellows de ConnectED puede servir de referencia para abordar desigualdades educativas y como inspiración en otros contextos de Latinoamérica.
6. impacto transformador en la comunidad
Más allá de los avances escolares, el modelo genera transformaciones positivas a nivel comunitario. La apropiación de los proyectos propicia la participacion activa de familias, líderes y actores sociales, articulando esfuerzos en torno a objetivos educativos y comunitarios. Además, los Fellows han comenzado a liderar iniciativas que trascienden lo educativo, impulsando proyectos pertinentes para las prioridades locales. Este enfoque integral tiene un efecto multiplicador, facilitando la expansión de nuevas iniciativas y promoviendo autonomía, resiliencia y desarrollo sostenible en el entorno rural.
Notas
Notas generales
Este producto fue diseñado, visualizado y escrito por el equipo de Population Council Guatemala, con colaboración y retroalimentación del equipo de ConnectED, para el proyecto Recuperando la Educación en Centroamérica: Activando Redes y Grupos Asociados (RECARGA).
Las imágenes presentadas fueron tomadas de las redes sociales de ConnectED, compartidas por su equipo o fotografiadas por el equipo de Population Council Guatemala. En casos externos, se indicó la fuente.
Notas metodológicas
Este estudio utiliza un enfoque de estudio de caso, un método cualitativo que permite explorar en profundidad un fenómeno específico dentro de su contexto real. Se centra en evaluar el impacto de ConnectED, una organización comprometida con la mejora de la educación y el fortalecimiento del liderazgo local en comunidades rurales.
Aunque actualmente hay Fellows de ConnectED activos en 68 escuelas rurales de nueve departamentos de Guatemala, este estudio se enfoca en los 11 Fellows que trabajan en el municipio de San Andrés Semetabaj. Este municipio fue seleccionado porque ha contado con Fellows en cada cohorte desde 2020 hasta 2025 y refleja una mezcla diversa de hombres, mujeres y comunidades tanto del centro del municipio como de sus alrededores, lo que lo convierte en un escenario ideal para evaluar el impacto a largo plazo de la organización.
Los datos se recolectaron mediante 11 entrevistas semiestructuradas, cada una con una duración aproximada de 60 minutos. El entrevistador tomó notas detalladas durante las conversaciones, que se guiaron por cuatro bloques temáticos: (1) el trasfondo personal e identidad de los Fellows, (2) sus motivaciones e ideas iniciales al unirse a ConnectED, (3) las ideas, retos y oportunidades que surgieron al completar sus proyectos, y (4) reflexiones sobre la influencia de su trabajo en la comunidad, incluyendo las relaciones con la municipalidad y el alcalde, y su visión sobre el futuro de ConnectED en la región.
El análisis se desarrolló mediante discusiones entre los investigadores del Population Council, quienes colaborativamente estructuraron y refinaron el marco temático para garantizar una comprensión integral del rol de ConnectED en promover un cambio educativo impulsado por la comunidad.
Bibliografía
Alvarado Galindo, C. y Bustamante Luna, B. (2014). Investigaciones en Semetabaj, San Andrés Semetabaj, Sololá. En XXVII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2013. Editado por B. Arroyo, L. Méndez Salinas y A. Rojas. pp. 633-646. Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.
Barrera, P. (2019, 18 diciembre). Semetabaj demuestra qué es la arqueología comunitaria. Actualidad UVG. Extraído de: https://noticias.uvg.edu.gt/semetabaj-demuestra-que-es-la-arqueologia-comunitaria/
del Cid, C. y Hoffecker, E. (s.f.). El Jardín Etnobotánico de San Andrés Semetabaj.
Asociación Tikal. (s. f.). 050. Arqueología y comunidades actuales en Guatemala. Extraído de: https://www.asociaciontikal.com/simposio-30-2016/050-arqueologia-y-comunidades-actuales-en-guatemala/
Méndez Romero A. (2018) Acciones del Estado en el municipio de San Andres Semetabaj, Solola. Que garantizan la protección y cuidado de adolescentes que oscilan entre 13 y 17 años.
Say, E. (2023). El shutio, la tradición de azotar a Judas.